“Es impensable decir La mujer porque no puede decirse todas las mujeres. No puede decirse todas las mujeres porque esto solo se introduce en este mito (Tótem y Tabú) en nombre de que el Padre posee a todas las mujeres, lo que es manifiestamente el signo de una imposibilidad”. Lacan, J., De un discurso que no fuera del semblante, París, Seuil, 2006, p. 99.
La mujer que no existe valdría como la interpretación lacaniana del mito freudiano. Siendo el goce de todas las mujeres imposible para el hombre como tal, la existencia de La mujer se vuelve impensable. El goce es causa de la ficción e incluso del concepto. El impasse sexual produce de esta forma lo que lo racionaliza. Lacan, es la simplicidad compleja.