“Formidables nalgas … No la dibujé muy bien en la pizarra, pero era para darles una idea. Así se compone una Venus prehistórica. No es de ningún modo lo que se imaginan los paleontólogos, no es en absoluto que ellas fueran así. El representante de la representación era para ellos distinto que para nosotros. No era un globo o dos, tampoco la invocación de las Tetas de Tiresias – Vuela pájaro de la debilidad … Para ellos, el representante de la representación era seguramente así. Esto les prueba que el representante de la representación puede diferir según las épocas.” Lacan J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, Buenos Aires, Paidós, 2008, p.209.
Lacan dibuja una Venus prehistórica para darnos una impresión, es decir una huella, un molde que escapa al razonamiento puesto que el objeto es irrepresentable. En el alba de la sublimación: dos cientos cuarenta y cuatro tesoros del paleolítico, encontrados desde Siberia hasta el Atlántico, parecen reducir la mujer a sus encantos. Llamadas Venus, por analogía a la diosa, se sueña según los cánones de la belleza de una época. Los nombres dados a estas Venus son el índice del sueño del paleontólogo: Venus impúdica para la que se descubrió primero, Venus de Lespugue, Venus de Moravany, Venus de Willendorf … La Dama de Brassempouy constituye una excepción porque esta representación realista de rostro humano, la más antigua, ¡no tiene boca ni cuerpo! Pero una vez que los pájaros de la debilidad han volado, ¿cómo saber si esta representación es hombre o mujer?
Traducción: Miriam L. Chorne
* N. de T. Las aves, llamadas aún aves dinosaurios, son los únicos representantes actuales de los dinosaurios théropodes, ya que los otros grupos de dinosaurios, calificados “no aviarios” se han extinguido. Lacan, como la autora, utiliza poéticamente esa denominación para referirse a los atractivos femeninos.